¿A qué deberíamos empezar a decir “no”?
Una de las razones por las que sentimos estrés o agobio es que queremos hacer demasiadas cosas. Pero queridos, menos es más y lo que nos está dando más dolores de cabeza que alegrías hay que sacarlo de nuestra rutina ASAP. Decir ‘no’ más a menudo es poner límites para alcanzar la paz mental.
O lo que es lo mismo, decir ‘no’ es una forma de minimalismo emocional. Estudiar qué cosas en nuestra vida no nos están permitiendo crecer y estar tranquilos es un ejercicio duro, no os vamos a engañar. Es como hacer limpieza y tirar todo lo que no necesitamos, pero en vez de usar bolsas de basura, usar el ‘NO’.
Como minimalistas emocionales que somos, os recomendamos no gastar más tiempo y energía en aquello que, al fin y al cabo, no es tan importante y nos consume poco a poco. Aquí van nuestros ‘noes’ rotundos:
Los grupos de WhatsApp innecesarios
¿Estás en grupos de WhatsApp y no te atreves a salirte? ¿El grupo de la facultad? ¿El de antiguos alumnos del insti? ¿El grupo de la familia, incluso? Nuestra recomendación: bomba de humo. No merece la pena permanecer en un lugar (digital o no) en el que no nos sentimos cómodos y en el que hay personas que nos despiertan sentimientos desagradables. ¿Por qué sigues ahí? Quedar bien no es tu prioridad, tu PAZ MENTAL sí.
La adicción al móvil
No cabe duda de que estar conectado nos mantiene al loro de lo que pasa en el mundo. Ese estado de absoluta inmediatez nos hace sentir semidioses de la red, y por eso nos gusta enterarnos los primeros de todo. Aunque las redes sociales nos aportan muchas ventajas a nuestra vida (sobre todo porque nosotros elegimos quién nos informa de qué), hay que echar el freno. Un poquito, aunque sea.
Cuanto más tiempo pasamos enganchados al teléfono, más información recibimos y más cargados estamos. La sensación de estrés es real, vamos. Por eso, dejar el móvil un ratito y poner el modo avión te ayudará a centrarte en otras tareas e invertir mejor tu tiempo.
Todo tipo de relación tóxica
Y con esto nos referimos, más que a personas tóxicas, a las conductas tóxicas que se generan de nuestras relaciones. Puedes tener una mala relación con la comida, con los bienes materiales, con los malos hábitos e incluso con tus propios pensamientos. En la mayoría de los casos depende más de ti, de decir no a ciertas relaciones que estás teniendo y sabes que te hacen mal. Haz un buen detox a lo grande. Te lo mereces más que nadie.
Las comparaciones
Desde que somos pequeños hemos tenido modelos de referencia con los que compararnos. Parece que siempre hay alguien a quien le va mejor, más listo, más guapo y con más éxito que nosotros. Y esto las redes sociales lo han multiplicado por cuatrocientos mil, porque ahora no hace falta tener éxito en la vida real, basta con dar el pego en el mundo online.
Procura no caer en la trampa de la comparación y céntrate en lo afortunadx que eres. Realmente, siempre habrá gente con la que compararnos, es un bucle infinito. Piensa en toda la energía que puedes llegar a gastar comparándote con otros. ¿Y si la empleas en mejorar y alcanzar todas tus metas?
La necesidad de aprobación
Cuando necesitas continuamente que se apruebe todo lo que haces, has dejado de dirigir tu vida para darle el mando a aquellos que te aprueban. La aprobación nos da un buen subidón de autoestima, pero nos hace ultra dependientes de ese subidón, y somos más vulnerables a las críticas.
No podemos gustar a todo el mundo, y nuestra autoestima no depende de lo que otros piensen de nosotros, sino de cómo nos gustamos a nosotros mismos. Aprende a amarte, cónocete y elige tu propio camino sin que te guíe el ‘qué dirán’.
Y tú, ¿sabes ya a qué vas a empezar a decir que no?
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