Ventajas de adoptar un gato vs un tío
Cualquiera que observe un poco el mundo de las mascotas se dará cuenta del elevado porcentaje de mujeres que viven con un gato. ¿Por qué? Pues porque después de doscientos ligues, rolletes, noviazgos y años de vida en pareja cualquier tía pragmática y disfrutona sabe valorar los pros y los contras de compartir piso con un gato o con un machito de esa especie llamada humana. Con el título como spoiler ya sabréis que para algo a largo plazo el felino será siempre EL ELEGIDO. Estudiemos con mayor profundidad el tema:
Ser la dueña del mando a distancia vs pelearte por elegir contenidos en Netflix: Uno de los momentazos del día es cuando después de currar te tiras en el sofá para hacer maratón de series mientras te pones gorrina de cacahuetes y Licor 43 sin que nadie te moleste. Y sin que nadie te moleste solo puede ser igual a SOLA CON TU GATO.
A un felino le gustará cualquier mierda que veas, siempre y cuando tenga aseguradas dos necesidades básicas: regazo calentito y barra libre de suaves y amorosas caricias.
El cajón de arena vs la tapa sin bajar: Quién haya vivido con un tío y no se haya cagado alguna vez en toda su familia en el momento de ir al cuarto de baño que levante la mano… No one, no one, no oneeeee… Ya lo decía Alicia Keys.
Y es que no hay nada peor que tener una urgencia fisiológica, correr hacia el cuarto de baño, bajarte pantaca y bragas y descubrir la tapa DOBLEMENTE abierta que deja a relucir esas gotas AÑEJAS Y AMARILLAS de procedencia hartamente conocida y que obviamente no son cerveza. Te suena, ¿no? ¿En qué momento de amor súbito decidiste vivir con ese personaje?
Deja que te cuente qué pasa con los gatos… sí, esos seres tan limpios, pulcros y coquetos. Se dirigen a su cajoncito de arena, hacen sus necesidades, las tapan bien para que no huelan y encima te dan una lección de higiene básica. #INYOURFACE. Ni el propio Míster Proper, que ahora se llama Don Limpio, ¡es su magia y su poder!
Suaves maullidos vs palabras: Qué delicia poder ver el newsfeed de facebook sin oír a nadie que te raye mientras habla a gritos por teléfono con su abuela (que lleva un sonotone y no oye un carajo).
Atiende bien ahora: un gato se moverá por la casa tan sigilosamente que ni siquiera te pisparás de sus pisadas… Como mucho, te deleitará con suaves miaus de vez en cuando para que le compres algo con salmón de verdad y no ese pienso rancio y duro que le das a diario.
El fin de la guerra por el edredón vs la cucharita: Vale, este era el punto más difícil sin duda. ¡Hacer la cucharita le encanta a todo el mundo y dormir acompañado más! Entonces… ¿Dormir con un gato o con un tío? Pues esta noche… con un tío.
Pero “esta noche” idílica pasará y se transformará en auténticas noches de terror… Así que, si quieres evitar sentir el frío de tu vida al quedarte con el culo al aire porque el edredón y la sábana han desaparecido y solo cubren ese otro cuerpo que no es el tuyo y si quieres evitar descubrir que no es tu padre el único que ronca… elige dormir siempre con un gato, que será como abrazar a tu peluche de toda la vida, igual de suave pero vivo; es decir, con calorcito gratis y, lo más importante, LIBRE DE PEDOS.
#ADOPTAUNGATO
