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Técnicas de ligoteo en el campo y la ciudad

¡Hey, nena! ¿Te vienes a pasar el finde a mi caserío? ¡Hey, nena! ¿Te apetece subir a mi ático con terraza?

¿Varían las técnicas de ligoteo dependiendo del lugar en el que se pongan en marcha?

Intentemos ordenar la información y ver las distintas tendencias de comportamiento dating. ¿Cómo somos y qué pasa cuando nos encontramos en un lugar remoto donde huele a humo de chimenea y los árboles se balancean al son del viento? ¿Y cuando nos encontramos en la jungla de asfalto, donde todos nos volvemos un poco chiflados de remate y necesitamos darle bien al gin&tonic y ver series para sobrevivir?

Seguridad vial: Suzuki Van Van VS Vespino

Aparte de las ventajas obvias del campo como son que la gente te diga “Buenos días” o que te regalen tomates gigantes y otros productos orgánicos con sabor de verdad es que puedes ir a dar una vuelta en Vespino con la melena al viento, detrás de tu ligue, bien agarrada, mientras dura la puesta de sol. Si por el contrario haces este plan en Madrid o en Barna, lo más probable es que te toque ir a lomos de una pedazo de Suzuki Van Van que mola mil, pero claro, ponerte un casco para recorrer la Gran Vía o el Paseo de Gracia como que no es tan guay como la versión campera (a no ser que el paseo acabe en una zona alejadita de la ciudad). Esta técnica de ligoteo, a decir verdad, es bastante buena. Tener una moto, conducirla bien y llevar a tu churri a dar una vuelta es siempre top.

Campo 1   Ciudad 1

Tema monetario: 30 euros en la cenita, VS 40 en copas y mojitos

Ya que has sobrevivido a una semana de nervios, a las mariposas en el estómago, a los mareos cada vez que chateabais y por fin te estás dirigiendo a lo que será vuestra segunda cita (la peor de las citas EVER, en las que se decide TODO y las incógnitas que teníais pendientes se van RESOLVIENDO) este punto te va a parecer insignificante, pero verás que es interesante la comparación igualmente.

Si estáis en la ciudad, tu potencial novio habrá decidido que llevarte de terraceo, poneros finos a mojitos y copas y dejaros unos 40 pavos en total es el mejor plan. Mola porque te vas a emborrachar y eso te convierte en una tipa muy disfrutona. Quizás luego tengas suerte y puedas proponer jugar al billar o a los dardos en el club más rockandrollero, que son opciones baratas. Pero eso sí, con el estómago vacío y muerta de hambre… Al menos, tendrás vientrecito plano toda la noche y podrás bailar a lo Shakira si te pones sexy (movimiento desaconsejado si tu tasa de alcoholemia supera lo permitido).

Mientras tanto, tu cita en el pequeño pueblo habrá reservado en el encantador restaurante que regenta su tía; el típico sitio de piedra y madera con manteles de cuadros vichy donde sirven unos guisos de montaña exquisitos, botellas de un riquísimo vino local y una tarta de la casa que va a hacer que se te salten las lágrimas del gusto. Entre que la dueña es de la familia y que en los pueblos ya se sabe que la cartera cunde el triple, os saldrá todo por unos 30 pavetes (aunque nos será difícil calcular cuántos kilitos de más…)

En ambos casos, cuando llegue el momento de pedir la cuenta, como sois bastante modernos no os marcaréis un guiño a los padres en plan “pago yo-no, yo pago” e iréis a pachas. Pero sin duda, la técnica sale mucho mejor en el campo.

Campo 1   Ciudad 0

El mañana nunca muere: “Me levanto a las ocho, tía” VS "No tengas prisa por marcharte, tengo la mañana libre" 

Si la velada triunfa, es seguro que acabarás durmiendo acompañada. Antes de acostaros el ranchero te tapará dulcemente y te dirá que tiene la mañana del día siguiente libre para ti y para que deis un paseo a caballo (¡¿Hello?!). Se levantará sigilosamente a ordeñar un poco de leche fresca y te llevará tostadas con mantequilla y mermelada de moras que él mismo ha preparado. Los pajaritos cantan fuera y de repente te das cuenta de que llevas perdiendo el tiempo en la metrópolis 10 años.

París, Tokio, Nueva York. 03.00 am. “Jo tía, en serio, estás roncando mogollón y es que entro en el curro súper pronto… Anda, intenta ponerte boca abajo que es un truco que hace mi madre. Buenas noches”. WTF!?

Campo 1   Ciudad 0

Destino final: “¿Te quieres casar conmigo?” VS “¡Nos vemos!”

La moraleja de esta historieta que nos acabamos de montar es que, a pesar de lo divertidas que resultan las ciudades grandes, allí nos volvemos todos un poco majaras entre el curro, las prisas, las quedadas, el tráfico, la noche y el ritmo en general. En las ciudades perdemos la conexión con la naturaleza y nos olvidamos del placer de hacer las cosas lentamente, con gusto, algo que se extrapola al final a nuestras relaciones… Por eso el rollito de campo te ve como “la vaca de su vida”, porque le gustas y ya está. En cambio, el rollito de ciudad sabe que puede probar muchos tipos de leche…

Campo 4   Ciudad 1

Bueno, ahora creo que me despido forever. Me voy a vivir al pueblo, allí la vida es más plena y no hay distracciones mundanas y absurdas… Ah, esperad, ¡pero si puedo tener wifi! ;)

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