Regálale un libro con tu mejor dedicatoria

Los libros se dedican, eso es un hecho que no admite discusión. ¿Por qué? Porque cuando regalamos literatura estamos haciendo un ejercicio de observación y aproximación a los gustos y el universo emocional del otro a la vez que abrimos el nuestro. Regalar unos zapatos (sin devaluar el gesto) no dice demasiado de nuestro mundo interior. Sin embargo, cuando recomendamos un libro estamos dando muchísimas pistas de lo que pensamos de esa persona y de lo que queremos que ella piense de nosotr@s. Vaya, que regalar literatura es una forma de desnudarnos emocionalmente y eso, en ocasiones, (im)pone mucho.

¿Pero qué decir cuando te faltan las palabras y te sobran sentimientos? Pasa de frases recicladas y sorprende a la persona que te gusta con una bonita dedicatoria que defina lo mucho que te despierta. Como sabemos que a veces no es fácil empezar a escribir, allá van algunos trucos para que te inspires y definas qué tono quieres darle a tu dedicatoria.

Ideas para escribir una dedicatoria

1. Querida hemeroteca

Haz scroll en vuestros mensajes hasta que la yema de tu dedo diga basta. El objetivo es dar con una primera declaración de amor o frase clave que marcó el antes y el después de lo que habéis construido. Probablemente no se acuerde de ello y le haga ilusión tenerlo escrito de tu puño y letra. Si además añades fecha y hora del mensaje, mejor que mejor. Los detalles siempre siempre siempre marcan la diferencia.

2. Cuéntale algo que no sepa

¿Qué fue lo primero que pensaste de él/ella? ¿Hay algo bonito que hayas pensado en algún momento y que aún no sepa? ¿Recuerdas ese gesto que hizo que le admiraras profundamente? Comparte ese momento mágico que tienes grabado en la retina y que te recuerda día a día por qué es una de tus personas favoritas.

3. Hazle un spoiler sentimental

Si la elección del libro viene motivada por uno o varios personajes que te recuerdan a él/ella, cuéntaselo con gracia. Seguramente puedas destacar cualidades bonitas, valientes o especiales que definan tanto al personaje como a tu bebé. Sobre todo cuando aún no hay demasiada confianza, es una forma sutil pero sincera de confesarle lo mucho que te inspira.

4. Dedicatoria del autor

Si consigues un libro firmado con las palabras de su autor favorito, tienes nuestros dieses. ¿Cómo conseguirlo? Hay librerías que ofrecen este servicio cuando compras el libro o en campañas especiales tipo La feria del libro de Madrid, Sant Jordi en Barcelona, en la presentación de una nueva obra... Conseguirlo puede ser más fácil de lo que parece, pero hay que estar atento.

5. Entre broma y broma…

Sobre todo cuando estás empezando con alguien y todavía no habéis definido qué sois, la opción de tirar de dedicatoria con indirecta es más que factible. Juega con el doble sentido del título, la temática o el género del libro y recuérdale lo graciosilla que eres a la vez que dejas una puerta abierta a las dobles interpretaciones. ¡Las dedicatorias también pueden ser divertidas!

6. Mucho más que un libro

Si estás regalando tu novela favorita, sentirás que estás ofreciendo un pedacito de tu alma. Explícale con tus palabras cuánto significa esto y lo mucho que te apetece invitarle a tu universo. Si el libro es muy muy especial para ti y quieres acompañarle en la lectura, por favor, no dudes en subrayar, hacer anotaciones a pie de página, en los bordes, reaccionar a los párrafos… ¡Qué bonito y especial será que la otra persona te sienta consigo a lo largo y ancho de las líneas!

7. Para los más clásicos

Apuesta por los referentes que tengáis en común; son bonitos y nunca fallan. Te estamos hablando de recuperar esa frase de canción, peli o poema que forma parte de vuestra historia y que habla exactamente de lo que sois.

También es un clásico apostar por unas líneas sinceras de agradecimiento, ya sea por estar en tu vida desde siempre, por llegar en el momento adecuado o por haber sido un apoyo incondicional en un momento clave. Si finalmente optas por esta opción, llévate un pañuelito en caso de que brote la emosiongggg.

Sobre firmar la mejor dedicatoria de todos los tiempos, valga la redundancia, no hay nada escrito. Redacta los bocetos que sean necesarios y prueba varios de los enfoques que te hemos propuesto hasta dar con la versión definitiva. Para acabar, cuida las faltas de ortografía y elige un boli que tenga una tinta fluida y bonita. Después de todo, no vayamos a cagarla en la parte más sencilla…

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