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Mamá Casquet te cuenta cómo convivir en pareja (y no morir en el intento)

Has conocido al amor de tu vida en Adopta Un Tío y te lanzas a planear la convivencia, pero los miedos te agobian, estás acojonada y no sabes cómo va a ir vuestra relación. ¿Y si se va a la mierda? ¿Qué pasa si no os soportáis? Para evitar cualquier catástrofe relacional, aquí te dejo unos consejos para convivir con tu pareja y no morir en el intento.

1. Ten tu espacio personal.

Esto, para mí, es lo más importante. Ya sea porque soy Acuario con ascendente Géminis (vamos, que soy más libre que el viento, hermana) o porque no soporto estar pegada al culo de una persona. Tener tu espacio personal es algo vital para conectar contigo misma y no caer en la dependencia emocional o peor, en la fusión de personalidades con el paso del tiempo - lo cual significa que no sepas ni quién eres, ni lo que te gusta -.

Lo ideal sería tener una habitación propia con tu estudio (si trabajas desde casa) o para tus aficiones. Si no es posible, pasa tiempo en la habitación leyendo un libro mientras tu pareja está en el salón. O prepárate un baño semanal y escucha tu música favorita. Haz aquello que te recuerde quién eres.

2. Sed comprensivos.

Prepárate porque a partir de ahora, las decisiones se toman entre dos. Odiarás ese puto mueble del Ikea que se empeñó en comprar o te tragarás películas muy a tu pesar. Para eso debes ser comprensiva y aceptar que a veces, tendrás que ceder - por tu salud mental, créeme -. Eso sí, se trata de encontrar el equilibrio. No puedes estar transigiendo de forma constante y aceptando los caprichos de tu pareja. A veces ganas tú y otras gana tu compañerx.

3. Guarda tiempo de calidad.

Cuando se convive en pareja se pasan muchas horas en un mismo espacio. En mi caso, tanto mi chico como yo trabajamos desde casa. Él es músico y tiene su estudio pegado al mío. Eso significa que estamos casi en el mismo espacio físico las veinticuatro horas del día. Un peñazo si no se gestiona bien. Por eso decidimos guardar una media jornada y dedicarlo a la relación. Esto lo llamamos “tiempo de calidad”. Un momento en el que estar presentes, sin trabajo ni agobios que se interpongan en el camino. Cenar fuera, hacer un curso de cocina, probar una clase de baile, salir a tomar unas cañas o ir a una meditación guiada o hacer tantra, son muchas de las cosas que realizamos y que también os pueden servir.

4. Comunicación y más comunicación.

Hablad, hablad y hablad. Es la clave para que la relación salga adelante. Sentaos una noche, abrid una botella de vino y empezad a charlar sobre vuestro vínculo. ¿Qué tal os sentís? ¿Queréis probar algo nuevo? ¿La convivencia es lo que esperabáis? Cread un espacio seguro donde poder expresaros con asertividad y empatía. Negociad aquellas cosas que os disgustan y potenciad esas otras que os encantan y os hacen crecer.

5. Los pequeños detalles que rompen la rutina.

Tener un pequeño detalle con tu pareja es una buena herramienta para acabar con la monotonía. Un bizcocho bien rico, una noche de palomitas y película, un mensajito en el baño o una guerra de besos imprevista. Cuando convives con una persona entras en la rutina y al final se acaba perdiendo la magia, eso que os unió y que os hizo tomar la decisión.

6. Repartid las tareas del hogar.

Parece una tontería pero cuando se tiene claro qué hace cada uno ¡es mucho más sencillo! Seguro que a ti te gusta más fregar los platos que limpiar el baño. Quizás tu pareja ama barrer o planchar. Lo importante es repartir aquellas tareas del hogar para que nadie haga más que el otro y sobre todo, para que estéis felices. A mí me encanta limpiar los baños y ordenar la casa, pero odio fregar los platos. Mi chico, por otro lado, es un gran cocinero y no le importa encargarse de la cocina.

7. Ñaca-ñaca.

El sexo necesita un apartado especial en esta guía puesto que se pasan diferentes fases en la convivencia. Al principio, follaréis hasta encima de la lavadora. No os despegaréis ni un momento. “Ahora te como el coño, ahora te la meto rapidito”. Pero esa energía se acaba y al final, te da cierta pereza follar. De repente, te das cuenta y ha pasado ¡una semana sin sexo! Por eso es importante probar cosas nuevas como juguetes eróticos, fantasías sexuales, posturas, técnicas o lugares. Y no te olvides de tu autoplacer. Encuentra tu momento para masturbarte y amarte a ti mismx.

8. Disfruta.

A veces no disfrutamos de este proceso. Fianzas, alquiler, mobiliario, servicios, comida, y un largo etcétera. Pero no os podéis olvidar de sonreír y de tomaros la vida con humor para arreglar los imprevistos con actitud. Sí, te cagarás en todo cuando veas cómo se te ha quedado tu cuenta bancaria pero, ¡es por una buena causa! No te plantees si va a salir bien, si os acabaréis separando, si ha sido precipitado o si es la persona correcta. Solo vive el ahora, este momento, y guárdalo con mucho cariño en el recuerdo. Confía. Todo saldrá.

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