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Living Apart Together: cuando hay amor, pero no convivencia

Os enamoráis, la relación funciona, decidís dar un paso más y creáis vuestro nidito de amor. Al inicio la ilusión os desborda, pero la rutina y el desgaste de la convivencia hace que poco a poco se acabe el romanticismo y empiecen las asperezas. Convivir en general no es fácil; hacerlo en pareja, tampoco.

Concebimos la vida en común como un episodio natural que tarde o temprano se da en cualquier pareja consolidada, ¿pero es realmente necesario dar este paso para demostrar nuestro compromiso con la otra persona? Aunque la presión social apriete y a veces se imponga la tradición más de lo que nos gustaría, existen desde hace tiempo dinámicas alternativas que permiten generar nuevos relatos y crear modelos de vida que se ajusten mejor a las necesidades y a los deseos de las parejas de hoy en día.

¿Qué es el Living Apart Together?

Las parejas LAT, de la sigla anglosajona Living Apart Together (vivir separados estando juntos), son aquellas que, siendo estables y pudiendo construir un nidito de amor conjunto, deciden mantener su autonomía y vivir cada uno en su propio espacio, es decir, en hogares distintos.

Aunque de entrada esta práctica suene mal agüera y dé la sensación de ir contra las leyes naturales de cualquier historia de amor formal, lo cierto es que es una alternativa que llevada al plano realista facilita mucho la rutina, aleja del conflicto y contribuye a mantener la llamita del amor encendida.

Las personas con una vida especialmente activa y sobre todo aquellas que están acostumbradas a vivir solas y bajo sus propias reglas, son las más proclives a optar por esta alternativa que garantiza su independencia física sin necesidad de renunciar a un amor profundo y consolidado. Y es que amar y mantener un compromiso sentimental con otra persona significa multitud de cosas, pero en ningún caso la obligatoriedad de tener que compartir el mismo techo.

¿Cómo vivir separados y hacer que la relación funcione?

Convertirse en una pareja LAT tiene múltiples ventajas, pero para que esta decisión reme a favor de la relación y no se convierta en motivo de rencor, deben cumplirse algunos puntos:

• 1. La decisión debe ser conjunta y hecha desde la convicción. Igual que las parejas que deciden ir a vivir juntas viven el proyecto como un proceso común e ilusionante, mantener la convivencia por separado debe surgir del deseo de ambos integrantes de la pareja de mantener su independencia física. En ningún caso debe ser una decisión impuesta o que beneficie únicamente a un miembro de la relación. En este aspecto, la sinceridad y una buena comunicación son la clave.

• 2. Tener hogares separados, pero compartiendo una vida juntos. Más allá del oasis personal de cada uno, la relación debe desarrollarse con total naturalidad compartiendo tiempo juntos, realizando actividades y sobre todo construyendo un plan de futuro en común. Que no se comparta hogar no significa que no exista el deseo de contar con la otra persona para hacer planes de vida.

• 3. Pisos distintos sí, entradas vetadas no. Ambos miembros deben sentirse cómodos y acogidos en el hogar ajeno, tal y como si fuera el suyo propio. Aunque la pareja mantendrá primordialmente su independencia física, se recomienda realizar actividades conjuntas, comer, cenar o dormir algunos días de la semana bajo el mismo techo. Lo importante es dejarse llevar por el deseo y no por la obligatoriedad de compartir gastos de hipoteca o alquiler.

Ventajas del Living Apart Together

• 1. Se evitan de raíz las tensiones de la vida en pareja y el desgaste básico del día a día.

• 2. Se mantiene la magia durante más tiempo y con mayor intensidad.

• 3. El tiempo compartido es de calidad, sin estar condicionados por la rutina o los horarios de volver a casa del trabajo.

• 4. Promueve la independencia económica.

• 5. Fortalece la confianza en el otro.

• 6. Mantenemos nuestra autonomía y seguimos desarrollándonos como personas individuales.

• 7. Se disminuye el trauma en caso de ruptura, ya que evita el proceso de tener que abandonar el hogar conjunto.

Así como en el Reino Unido y algunos países nórdicos esta práctica está pegando cada vez más fuerte, en España todavía somos reacios a la cultura de la individualidad y del desapego. Sin embargo, para quien considere que el amor es incompatible con la rutina y con el hecho de tener que decidir quién friega los platos por la noche, el Living Apart Together puede ser su salvación. ¿Te atreves a abrir tu mente a esta nueva tendencia?

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