Lo que tu lenguaje corporal digital dice de ti en las apps de citas
Han corrido ríos de tinta sobre el lenguaje corporal en el contexto de las primeras citas: que si la inclinación del cuerpo, el juego de miradas, la posición de las manos y las piernas… ¡Pero ojo! La habilidad de saber leer al otro ha dado un paso titánico desde el momento en el que la seducción no se mide por la intensidad de una mirada, sino por la correcta combinación de emojis y el dominio de los tiempos de respuesta.
¿Miedo a que te delate un tic nervioso cuando te gusta alguien? ¡No! Ahora las primeras impresiones consisten en no cagarla enviando accidentalmente un emoji de berenjena cuando querías usar un inocente smile. Pero ten cuidado, amiga, y no bajes la guardia, porque todos estos años el lenguaje no verbal no ha estado muerto, sino de parranda evolucionando en un nuevo lenguaje corporal digital que podría estar delatándote en cada mensaje de tu app de citas.
¿Quieres saber qué muestras de predisposición estás enviando a tus pretendientes sin apenas notarlo? En adopte te las chivamos:
Antes de nada: ¿qué es el lenguaje corporal digital?
Más allá de los mensajes de texto existe un riquísimo mundo de señales que convierten las apps de citas y el flirteo online en un juego de seducción tan espontáneo e interesante como el de las clásicas miraditas.
La personalidad de tu lenguaje corporal digital (digital body language) viene marcada por TODO lo que no tiene que ver con lo que dices explícitamente, es decir, el subtexto que te rodea y que desprende tu (falta de) interés por las otras personas. Cuestiones como la frecuencia en la mensajería, el tiempo de respuesta o la longitud del texto son claves en este aspecto. Veámoslo en detalle.
¿Qué aspectos del lenguaje corporal digital debemos cuidar más?
1. Cuestión de ganas: quién inicia y cómo
No importa si tienes una sonrisa encantadora o una caída de ojos capaz de desarmar al más duro de tus pretendientes. Cuando se trata de un chat online, confía menos en tus herramientas físicas y más en tu capacidad de abrir una conversación con gracia y salero. La elección de las palabras es clave, pero más lo es la intención y el interés con el que te comunicas. Si alguien ha llamado tu atención, siempre te recomendaremos dar el primer paso cuanto antes y currarte la apertura de la conversación con un buen gancho. Si te sientes valiente, apuesta por opciones divertidas y que generen impacto, pero siempre y cuando no vayas a usar uno de esos GIFs que ya están más quemados que la rebanada de pan que olvidaste en el tostador.
2. Emojis: los aliados que no pasan de moda
Si la lista de emojis, GIFs y memes no para de crecer es porque son nuestro brazo derecho a la hora de añadir énfasis a todo aquello que comunicamos gráficamente. Si en un mensaje de texto no hay lugar para la entonación, un simpático monito tapándose la boca o un arcoiris de alegría pueden hacerlo por ti. Opta por emojis y GIFs que te representen y que hablen de tu personalidad y de tus intenciones, aunque siempre es bueno evitar esos que conllevan segundas interpretaciones que inicialmente pueden incomodar.
3. Ante todo, coherencia
Si quieres que tomen en serio tus ganas, es importantísimo que haya cierta continuidad entre las conversaciones nuevas y las anteriormente mantenidas. Es decir, no inventes un personaje incapaz de sostenerse con el paso del tiempo porque todo lo que no es real acaba cayendo. La sinceridad y la transparencia en lo que explicas es esencial para no meter la pata con medias verdades, informaciones exageradas o directamente inventadas.
Las fantasmadas también se pillan rápido si te dejas llevar por el despiste y olvidas trabajar la escucha activa. PROHIBIDO mezclar conversaciones y anécdotas que puedas mantener en paralelo con otras personas porque eso es una falta evidente de respeto. Si estás, estás; si no, ya sabes lo que entenderán los demás.
4. Longitud y tiempo de respuesta
Hablemos de las mariposillas en el estómago que produce el “escribiendo” del crush. Ese sutil indicio de que la otra persona está trabajando cuidadosamente su respuesta es, en el mundo digital, el equivalente a que alguien te mire a los ojos y esboce una sonrisa justo antes de hablar. Aaaahhhhh!!! Vale, que no cunda el pánico con este punto. Es importante mantener el juego de atenciones pero sin forzar ni agobiarse, que mucha ansiedad nos ha generado ya este tema. Más es menos cuando se trata de flirtear, pero cuidado con olvidarse de un chat porque la sensación de ghosting se palpa en el ambiente. Confía en tus procesos, actúa con sentido común y DISFRUTA de dar y recibir la atención que deseas.
Un exceso de presencia y de longitud de mensajes también puede agobiar al otro o crear una cierta sensación de dependencia. Compórtate como lo harías con una amistad cotidiana y, para evitar la phone zone, procura ofrecer una cita física en cuanto se haya creado la suficiente complicidad entre vosotros.
Cuando se trata de ligar en las apps de citas, ¡todo cuenta! Adaptarse al lenguaje corporal digital puede parecer un reto, pero una vez tienes conciencia de él, aprender a dominarlo es un placer. Aquí el juego está en saber disfrutar de las técnicas de seducción de cada uno y dejarse sorprender por todo lo que el flirteo online puede ofrecerte.
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