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Las 5 etapas de una ruptura. ¿En cuál estás tú?

Poner fin a una relación nunca es fácil. Sin embargo, cuando pensamos en una ruptura nos gusta creernos que la situación va a ser cordial, incluso idílica, con un ‘te deseo lo mejor’ incluido. Pero chati, tú y yo sabemos que la vida real es muy distinta, y que alguno (si no ambos) saldrá muy mal parado.

Lo más sano es aceptar la situación, entender el motivo de la ruptura y salir de la relación de forma madura. Pero el proceso incluye un montón de emociones que pueden hacerte sentir como si te hubiera atropellado un camión. Celos, tristeza, inseguridad, culpabilización…

Pero, ¡eh! ¿A qué vienen esas caras largas? El mundo no se acaba aquí, sobrevivir y superar las fases de la ruptura es posible, ¡y lo puedes conseguir antes de lo previsto! Tómate todo el tiempo que necesites para cerrar capítulo y decir adiós para siempre. Recuerda: NO SE ACABA EL MUNDO. ¿Preparados? Estas son las etapas por las que pasarás en una ruptura:

Negación: ¿Hola? Esto no te puede estar pasando a ti

Lo primero que hacemos es negarnos a aceptar la noticia: es demasiado duro admitir que la relación ya no funciona y se acabó lo que se daba. Igual pensabas que este era el definitivo. O que estábais predestinados. O que tenéis tanto en común que nunca volverás a cruzarte con alguien así. Por eso lo niegas. No, no, no y no. No hasta decir basta. Esto no puede estar pasando, por eso vas a esperar ese mensaje de reconciliación que no va a llegar.

¿Cómo afrontar esta etapa? Apóyate en tus amigos y tu familia. Haz actividades que te mantengan ocupadx y no, no le escribas a tu ex si no quieres mandar a tomar por saco todo tu progreso y todos los consejos de tus geniales amigos.

Rabia: vas por ahí con la escopeta cargada

Llega el momento de encontrar explicaciones cero razonables para entender la ruptura. “Seguro que tiene un rollo”, “Ese ser sin corazón jamás me ha querido”, “Soy muy poca cosa”. Entonces, sentimos rabia. Nos cabreamos de lo lindo. Y saltamos a la mínima. Es que es escuchar el nombre de tu ex y te suben los demonios. Te enfadas y punto, porque lo estás pasando mal y necesitas canalizar tu ira.

¿Cómo controlar la mala leche? Aunque tengas todo el derecho del mundo a mosquearte, baja la guardia. Tomar una decisión en caliente (como ir por ahí contando intimidades de tu ex o rayarle el coche) no es lo más apropiado. Las consecuencias de tus acciones en un momento de ira no merecen la pena. Respira hondo y canaliza la ira de otra forma, como por ejemplo escribiendo tus pensamientos o haciendo ejercicio.

Bajona: entrar en el pozo es duro, pero necesario

Cuando se nos pasa el cabreo y nos damos cuenta de que la cosa va en serio, de que la ruptura es una realidad y de que a partir de ahora tenemos que vivir la vida sin esa persona, se nos viene el mundo encima. Te hablaré claro: esta es la parte más jodida de la ruptura. Eres pura melancolía y vas por ahí deambulando como un alma en pena. Estás irreconocible. Escuchas canciones tristes en bucle, miras una y otra vez vuestras fotos en el móvil y todo, absolutamente todo, te recuerda a tu ex. Es otoño en tu coraçao.

¿Cómo salir de la bajona? Aunque te sorprenda leer esto, estás en la etapa más saludable. Toda la tristeza tiene que salir. Tienes derecho a sentirte así de mal, porque el amor es también dolor. Y necesitas aprender. Créeme, cuando hayas salido de esta te será mucho más fácil avanzar. Dedícate el tiempo que necesites para estar triste, desconecta de vez en cuando y, si puedes, viaja a algún lugar nuevo. Te sentará de maravilla.

Aceptación: estás que te sales y ninguna ruptura podrá contigo

Entonces, llega ese momento: algo dentro de ti hace ‘clic’ y de pronto lo entiendes todo. Empatizas con la situación que te ha tocado vivir e incluso con tu ex. Te das cuenta de que tu vida va a seguir, quieras o no. Haces las paces con la ruptura y empiezas a hacer planes de futuro. Tu soltería te está esperando y te das cuenta de que tienes mucho que hacer. ¡Allá vamos!

¿Qué esperar de esta fase? Vas a verlo todo con otros ojos, pero también tendrás tus momentos de bajón, aunque cada vez sean menos frecuentes. Es clave en esta etapa que perdones y agradezcas. ¿Cómo? Ya sea diciéndoselo a tu ex en persona o lo hagas mentalmente, perdona a esa persona que te ha hecho daño y dale las gracias por todo. Procura empezar tu nueva etapa limpia de rencor y mal rollo.

Llega la diversión: ¡a adoptar se ha dicho!

¡Toma ya! Has llegado al final o mejor dicho… ¡al principio! Por fin has llegado al punto en el que puedes empezar a pensar en nuevas relaciones o simplemente en disfrutar la soltería en todo su esplendor. Estás ready para lo que venga. Y, ¿qué mejor forma de celebrar la soltería que entrando en una app para ligar? Permítete conocer gente nueva, tener citas y pasarlo en grande.

¡A adoptar, que son dos días!

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