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Hablando de sexualidad con mi yo de 15 años

En mayor o menor medida, todos hemos pasado una adolescencia difícil. Ay, vaya añitos, ¿eh? Nos cambia el cuerpo, nos peleamos con nuestros padres y somos tan pobres que tenemos que hacer botellón con el vodka más barato del súper. Fue también en esta época cuando nos empezaron a surgir las primeras dudas sobre sexualidad, identidad y relaciones.

Muchos tuvieron la suerte de recibir una buena educación en salud sexual, pero la mayoría tuvimos que esperar a tener las primeras experiencias para resolver nuestras dudas. Cada vez se le da más importancia a la educación sexual de los adolescentes, y eso es maravilloso. Sin embargo, los que nacimos antes de los 2000 vivimos una adolescencia repleta de desinformación y leyendas urbanas. ¿Qué consejos podríamos dar a nuestro yo adolescente sobre sexo?

Que no te engañe el porno

Has descubierto el porno bastante joven, y ha sido por accidente. Nadie te ha explicado que la imagen de la mujer que se muestra en el porno convencional es bastante denigrante. La mujer es casi siempre el objeto sexual del hombre, y es tratada como un trozo de carne y de forma violenta en muchas ocasiones. Hay muchos más tipos de cuerpos, sexualidades y formas de hacer el amor: el sexo no (solo) consiste en copular como bestias.

Tócate, conócete

Y ni se te ocurra sentirte mal por hacerlo. Tu propio placer necesita ser explorado, a pesar de que te lleven diciendo desde la infancia que tocarse está mal. Nuestros padres y profesores nos han impuesto un tabú en la autoexploración de nuestros genitales. Entonces, llega un día que los miras, los tocas y empiezas a experimentar. Y es la hostia, tu vida cambia de repente. Mastúrbate y no te sientas culpable. El día de mañana llegará alguien ahí abajo y tú sabrás muy bien cómo y dónde debe tocarte.

No tengas miedo a preguntar

Si tus padres no han tenido esa charla contigo, pregúntales. Si se te hace rarísimo e incomodísimo (como es lógico), infórmate fuera. Seguro que tienes alguna amiga o amigo que ya ha perdido la virginidad y se ofrece desinteresadamente a ayudarte. Pero ese no es el camino más certero. Lo mejor es que te quites los miedos y acudas a algún centro de orientación sexual para jóvenes. Tener información sobre embarazo, ETS, consentimiento y sexualidad es clave en esta etapa.

No es no y cuéntalo

Los celos, la posesión en la pareja y las relaciones tóxicas también son formas de maltrato. Si te han maltratado de alguna forma o han limitado tu libertad como mujer, no dudes en contarlo. Si te da vergüenza contárselo a tus familiares, entonces busca ayuda externa y recuerda: no estás sola.

A quién le importa

Los otros adolescentes pueden llegar a ser muy crueles y juzgar a la gente en función de su vida sexual. No, querida. Ni la que folla mucho es una furcia ni la que folla poco es una mojigata. Quítatelo de la cabeza. Es tu cuerpo, son tus normas y haz lo que te salga de ahí en cada momento y con quien quieras. Experimenta, prueba y no hagas demasiado caso a los convencionalismos sociales. Protégete ante todo y quiérete más que a nadie.

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