Futbolistas profesionales femeninas, ¿cómo es su vida?
Fuertes, capaces, ambiciosas, perseverantes y, talentosas: mujeres. Así son Cristiana Girelli, delantera de la Selección de Fútbol Italiana; Nicole Ramos, arquera del Santos Football Club de Brasil; Aitana Bonmatí y Andrea Pereira, jugadoras del Barça y de la Selección española. Diferentes nacionalidades pero una misma pasión: el fútbol.
Durante las últimas semanas, algunos medios y redes sociales han cubierto como nunca antes la Copa Mundial Femenina. Sin embargo, ¿os imagináis cómo es la vida de estas deportistas fuera y dentro del campo? Estas heroínas que día a día rompen con los esquemas hablaron con AdoptaUnTío sobre sus comienzos, el fútbol y las desigualdades que aún existen en este deporte.
El principio de la pasión
“Cuando empecé a caminar, mis padres me contaron que chutaba muy lejos todo lo que se me cruzaba”, cuenta Girelli, que no tiene ninguna memoria sin un balón al lado. Tal como Bonmatí, que tanto insistía en jugar en el patio de la escuela que sus padres decidieron apuntarla al equipo masculino para que desarrollase sus capacidades, aunque no fue fácil: “Al principio a la gente se le hacía raro verme jugar con chicos, sobre todo porque era muy pequeñita y se notaba la diferencia física”.
Por su parte, Ramos y Pereira empezaron de la mano de sus padres, que las hacían jugar en los pasillos de sus casas y las llevaban a todos sus partidos. Sin importar el género, ellos siempre las acompañaron y apoyaron en lo que les gustaba y, gracias a eso, hoy están compitiendo a nivel mundial.
Dificultades
“El prejuicio de la gente. Piensan que las mujeres no tienen la capacidad o no pueden practicar ese deporte”, asegura Ramos. Lo que al mismo tiempo conlleva diferencias en los salarios, las instalaciones y los recursos en general.
No obstante, no todas tuvieron la misma experiencia. La italiana Girelli jugó con chicos hasta los 14 años y nunca sintió ninguna discriminación; fue capitana del equipo y siempre la respetaron. Sin embargo, se lamenta de que existan críticas que cuestionan la capacidad de las mujeres: “El otro día leí ese comentario habitual de vuelvan a la cocina, ¿no se dan cuenta de que estamos en un MUNDIAL? Antes me molestaba, ahora me hacen reír demasiado”.
Asimismo, es la única que se dedica a tiempo completo al fútbol gracias a que su club, la Juventus, le provee todo lo que necesita, aunque no descarta de sus planes la opción de retomar sus estudios de biotecnología para tener una futura salida laboral posible.
“Muchas jugadoras estudian o trabajan porque actualmente el fútbol femenino no da para ahorrar y tener una vida a futuro, o incluso un presente, sin preocupaciones. En vez de dedicarle más horas al gimnasio, tratarse en fisio y hacer dobles entrenamientos, usan esas horas para estudiar o trabajar”, explica Pereira, que, además de representar a su país en el Mundial, estudia derecho y está a una materia de graduarse como administradora de empresas.
¿Cómo puede evolucionar el fútbol femenino?
“Depende de varios factores: que los clubes apuesten más en nuestros equipos, que la Federación siga respaldando, que los medios de comunicación den cobertura y visibilidad a las competiciones, que las marcas inviertan más y que haya más formación”, explica la centrocampista del Barça, Bonmatí.
Sin embargo, estas leonas del deporte ya marcaron la diferencia y le están mostrando al mundo lo que son capaces de hacer. “Estamos en un punto de inflexión, hicimos mucho ruido y con otros buenos resultados haremos mucho más. Aún queda un largo camino por recorrer pero ya tomamos el correcto”, agrega, con mucha garra, Girelli.
¿Qué mensaje te gustaría transmitir a las mujeres?
“Hace bastantes años se empezó una lucha, no sólo con el fútbol femenino sino con la vida y la representación de la mujer en general. Ahora se empiezan a ver los primeros frutos de esa lucha y no es momento de parar”, dice Andrea Pereira, jugadora de la Selección de España.
“Si tienes un sueño, ve a por él, más allá de las dificultades a las que que te enfrentes. Y lucha diariamente por la mejora del deporte femenino, que tiene un enorme potencial”, nos dice Nicole Ramos, portera del Santos Football Club de Brasil.
“Hay que luchar por lo que quieres, independientemente de lo que te cueste, porque cuando trabajas, las cosas llegan”, sentencia Aitana Bonmatí, centrocampista del Barça.
“Si nos sentimos inferiores a los hombres no es porque lo seamos, es porque hay personas que nos hacen creerlo. Mujeres, seguid para adelante y creed en vosotras mismas, porque tarde o temprano todo esto pasará, pero tiene que empezar por nosotras, sino será imposible. Empezad a jugar al fútbol por diversión y sin prejuicios, que no vais a perder vuestra feminidad. Si eres mujer, seguirás siendo mujer”, afirma Cristiana Girelli, delantera de la selección italiana.
