¿Exigencia o filofobia? Lo que hay detrás de un corazón cerrado
Hay personas que, aunque poseen todas las cualidades para amar y ser amadas, parecen estar atrapadas en un bucle de profundo rechazo a las relaciones sentimentales. ¿Expectativas muy altas o algo más profundo relacionado con el miedo a pillarse? La clave está en preguntarse si los estándares son realistas o si se usan como excusa para no afrontar el miedo a amar.
La soltería deseada está genial, no nos malinterpretes, pero detrás de un corazón permanentemente cerrado suele haber algo más que “una temporadita de descanso y autoconocimiento”, y es que la filofobia EXISTE y ya te avanzamos que no pasa porque sí. ¿Lo bueno? Hay solución. ¿Lo no tan bueno? Toca remangarse y enfrentarse a algunas inseguridades, pero prometemos que de esta también se sale.
¿Qué es la filofobia y cómo identificarla?
La filofobia es el miedo intenso al amor o a cualquier tipo de relación emocional profunda. Las personas con filofobia se sienten atrapadas en un torbellino de angustia e inseguridad cada vez que alguien se acerca emocionalmente, lo que las lleva a evitar conexiones amorosas significativas. No estamos ante la típica fase de ‘viva la vida, fuck love’, sino ante la percepción del amor como una amenaza que llega para romper la armonía del que la siente.
Un perfil filofóbico puede intentar racionalizar esta conducta diciendo que “no era la persona indicada” o que "no es el momento oportuno", pero cuando la excusa de la exigencia se sistematiza cada vez que la cosa se pone seria, la realidad es que el miedo al dolor supera las ganas de amar. Una señal clave para no confundir exigencia con filofobia es valorar el patrón de relaciones pasadas. ¿Han sido siempre encuentros superficiales o se han roto justo cuando empezaban a profundizar? La filofobia, a diferencia de los estándares elevados, se manifiesta con un patrón de huida constante ante la alarma del compromiso.
Causas de la filofobia
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- Una mala experiencia previa: no importa si se produjo durante el cortejo, en momentos puntuales de una relación o durante toda la experiencia de pareja. Las conductas tóxicas, largas o breves, pueden dejar heridas en tu autoestima que no se van de la noche a la mañana. Cuando algo ha dolido mucho, no invalides tus emociones porque solo escuchándote evitarás que la experiencia traumática se enquiste.
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- Motivos de inseguridad: a cualquier escala: Pueden ser inseguridades físicas, emocionales, por tu situación familiar, personal… Sentirte pequeñito no va a permitirte amar con la alegría y la plenitud que requiere una relación sana. Creer que nunca serás suficiente puede posicionarte en un lugar de inferioridad que te hace percibir el amor como un reto del que partes en desventaja y, claro, así no apetece nada de nada abrirse a una nueva relación.
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- Miedo a perder la autonomía: hay quien tiene un concepto castrador del amor, y no porque se lo haya inventado él, sino por los inputs que la tradición romántica ha ido instalando en nuestro imaginario durante muchísimos años. Sin embargo, sabemos que el amor no tiene nada que ver con la dependencia, la sumisión ni la pérdida de identidad. Es normal sentir rechazo ante los roles impuestos y el relato casposo de lo que debe ser una relación, pero recuerda que a día de hoy las normas de lo que quieres y necesitas las debes poner tú (de forma consensuada).
Enfoque positivo y posibles soluciones a la filofobia
Cuando encontrar el amor y dejarse llevar por los sentimientos se nos hace una montaña de miedos, no te preocupes, hay pequeños ejercicios cotidianos para desbloquear los pensamientos positivos e ir arrojando luz a tu percepción del amor:
1. NIVEL FÁCIL: observa tu entorno. Haz un esfuerzo por fijarte especialmente en aquellas relaciones ajenas que admiras y que te inspiran sinceridad, afecto, respeto… Es cierto que las relaciones más bonitas suelen ser discretas y pasan desapercibidas, pero son abundantes y puedes encontrarlas en los entornos más cotidianos. Empápate de historias bonitas y confía en que si alguien las está viviendo, tú también puedes protagonizarlas algún día.
2. NIVEL INTERMEDIO: habla de experiencias con amistades y enfócate en lo positivo del amor. Más allá de la mera observación, es sano mantener conversaciones abiertas sobre aquello que nos llena y nos emociona del amor. Muchas veces los medios y las redes sociales se enfocan en hablar de precaución, dando así a entender que el riesgo a sufrir cada vez que nos exponemos está casi garantizado. Ser consciente de los peligros y los límites está bien, pero no te quedes con el relato pesimista. Refuerza el discurso hablando en confianza sobre qué cosas bonitas esperas de una relación y retroaliméntalo con las ideas y experiencias exitosas de tus amigos.
3. NIVEL PRO (y que recomendamos muy mucho): acude a terapia. Sentirse bloqueado en las relaciones sentimentales no es un tema menor, dado que de estas inseguridades se desprenden muchas otras que pueden tener que ver con cuestiones más profundas y personales. Trabaja tu autoestima con un profesional dejándote ayudar con las pautas que mejor encajen con tu patrón de miedos e inseguridades. No hagas chapuzas emocionales y toma en serio tus miedos. Quizás, en lugar de proteger tu corazón a base de cerrarlo, la respuesta esté en encontrar el coraje para abrirlo poco a poco, permitiéndote sentir en función de lo que el amor tiene para ofrecerte.
Vive tu vida sentimental con la libertad de poder escoger cuándo sí y cuándo no sin sentirte condicionado por tus miedos. Cambia la filofobia por un criterio realista que vele por tus necesidades y que no te haga salir corriendo cada vez que se te declara alguien. ¿Quién sabe qué bonitas historias podrías estar perdiéndote?
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