Evita la phone zone tomando la iniciativa en tus citas
Ay, la phone zone, ese lugar digital donde todo es posible… menos una cita en el mundo común de los mortales. De los creadores de la friend zone llega este simpático sucedáneo que consiste en hablar largas y tendidas horas con tu ligue pero sin que ninguno de los dos se atreva a dar el siguiente paso. ¡Socorro! Llegados a un determinado momento, solo hay una salida: proponer una cita.
Con el paso de los días y las bases del slow dating asentadas en las primeras conversaciones, es tan importante ser prudente como tener iniciativa. Del bucle interminable de “¿pero cómo se lo digo?, ¿se sentirá presionad@? ¿pareceré demasiado desesperad@?” SE SALE, pero no siempre es fácil encontrar la forma ni el momento. Hoy te ayudamos a detectar de manera realista cuándo puede ser una buena idea cambiar el emoji de corazón por dos latidos que suenen en directo y al unísono.
¿Cuándo y cómo proponer una primera cita?
Identificar en qué momento estáis
Los tiempos de cada pareja son únicos. Si tú te sientes preparad@ pero temes estar precipitándote, rebaja la ansiedad y toma en consideración estos indicios para saber si la receta de las ganas todavía está fría o si ya empieza a hacer chup chup en la sartén:
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1. Presencia y fluidez: nadie tiene la obligación de contestar inmediatamente los mensajes del ligue (que tenemos una vida, oiga), pero si vuestras conversación parecen un partido de tenis en directo, poco más hay que añadir. Las ganas se huelen, pero el perímetro de la phone zone también. Estas conversaciones requieren una intervención urgente.
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2. El chat se queda corto: la mensajería online da para MUCHO, quien lo ha probado lo sabe, pero cuando se hacen cada vez más presentes expresiones como “qué rápido se me ha pasado el tiempo, tengo que irme ya”, o “es una larga historia que me encantaría explicarte con todos los detalles”, lo de hablar por chat se os está quedando pequeñito pequeñito.
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3. El paso a la llamada: oye, que pasarse mil horas hablando por teléfono sin dar el paso de tener una cita, también cuenta como phone zone. Del chat ya ni hablamos, porque habéis pasado esa fase hace rato, pero si llevas más de dos meses agotando tus minutos gratis y no hay horas telefónicas que sostengan todo lo que os tenéis que explicar, es hora de mover ficha.
Cómo proponer una primera cita sin incomodar
Supón que ya lo tienes claro: te vas a lanzar hoy mismo, ¿pero cómo hacerlo de forma amable y manteniendo el tono de vuestras conversaciones sin incomodar ni resultar insistente?
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1. Donde hay intereses en común, hay una cita que promete: la cuestión no es tanto aprovechar una actividad en común para agarrarte a ella como un clavo ardiendo, sino esperar a que surja ese comentario (suponiendo que habláis a menudo de vuestros intereses), y entonces hacer una propuesta de forma totalmente natural. Al no lanzarse de manera abrupta, la conversación no se entorpece y logra mantener su tono habitual.
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2. Ofrece opciones flexibles: si optas por una propuesta más directa al estilo “¿te apetece tomar algo esta semana?”, nuestro consejo es que lo hagas sencillo: muéstrate relajado y abierto a varias fechas y horarios. Ojo, no cometas el error de dejar la pelota completamente en su tejado porque eso también genera presión. Lo bueno es trabajar un punto medio de posibilidades que demuestren que tienes interés a la par que no estás diseñando un plan rígido que la otra persona solo puede tomar o dejar.
¿Y si la otra persona no está lista?
Amamos la sinceridad hasta que nos deja con el culo torcido, pero sí, aceptemos que este escenario se puede dar. ¡Sin problema! Toca manejar esta situación con calma y no tomárselo como algo personal. Vamos con algunas ideas:
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1. Quítale hierro al asunto: tu ligue no te está diciendo adiós, sino un “espérame, que yo voy más despacio”. Acepta la decisión con gracia y buen humor, porque si hoy le gustas, mañana también seguirás haciéndolo. En este caso, no hay mejor opción que respetar su postura y demostrarle tu compromiso con un: ¡Claro, no te preocupes! Cuando te sientas cómod@ podemos intentarlo.
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2. No dejes de trabajar la conexión: sigue actuando como solías hacerlo. A veces simplemente nos enamoramos de alguien que tiene tiempos y ritmos distintos. ¡Así es el amor! Descubrirse poco a poco y con cariño. Pase lo que pase, insistir y ponerse pesad@ nunca es el camino correcto.
Parece que evitar la phone zone requiere de cierto equilibrio, pero tú estás a punto de convertirte en funambulista del amor. A pesar de todo el subidón de nervios y emociones, sé natural y divertirte en el proceso. El objetivo es conocer a esa persona en la vida real y ver si la chispa de los mensajes se mantiene cara a cara. ¡Ojalá consigas esa cita soñada!
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