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El decálogo del metro

¡Atención! ¡Artículo de MÁXIMO interés público! Está claro que no todo el mundo sabe comportarse en sociedad (a diario la gente consigue irritarte) y necesita que de vez en cuando se le recuerden las reglas básicas de convivencia. Hoy toca darle una vuelta a los típicos e imposibles de aguantar fallos que cometemos en el metro.

1. No dejar la fila de la izquierda libre en las escaleras mecánicas

Aquí conviene especificar que este fallo es muy de la gente recién llegada a la ciudad o que está de paso (incluye a guiris y gente “de provincias”, como diría mi madre). Lo único bueno es que te ofrece un campo de entrenamiento gratis en el que vas a fortalecer los muslos sorteando a la peña cuando vayas con prisa.

2. No dejar salir antes de entrar

Es el peor. El más grave. El que te hace perder la fe en la raza humanoide (si es que aún te queda algo de eso). No tiene perdón ni justificación alguna. Es de una lógica tan aplastante el tener que dejar salir primero para hacer hueco dentro del vagón a los futuros viajeros que no consigo comprender cómo esa ¿gente? se sigue amontonando y creando barreras imposibles de sortear frente a la puerta. Yo, más de una vez, me he sorprendido vociferando sonidos guturales tipo pastor de Huesca para intentar dirigir un poco al rebaño a golpe de “rapapá ia pá”.

3. Mantener conversaciones telefónicas largas en público

A mí esto me parece hasta pornográfico.

4. No silenciar tu móvil

No silenciar tu aparatito de última generación demuestra una falta de sensibilidad total. Sabemos que los usos tecnológicos son muy recientes y han arrasado con nuestras vidas en un tiempo récord. Tanto es así que todavía estamos construyendo los protocolos de educación al respecto. Vale… te perdonamos. Pero una notificación más de whatsapp “turulú” y te mato.

5. Entrar corriendo al vagón en el último minuto con una sonrisita

¿Cuántas veces en la vida has presenciado esta escenita? Hasta tú mismo lo has hecho alguna vez… reconócelo. Sí, va, yo también. ¡Pero es patético total! Siempre es igual: llegas, lo ves, corres, saltas, entras, ríes y luego buscas la mirada de complicidad de alguien que ya estaba en el vagón. Casi siempre hay alguien bondadoso que te devuelve la sonrisa o te guiñe un ojo, y es ahí donde verdaderamente tenemos que trabajar. Si queremos erradicar este tipo de proeza hay que dejar de ser cómplices, trabajárnoslo en masa.

6. No ceder el sitio a embarazadas, niños y abuelitos

Hay gente muy maja y muy comprometida que enseguida cede su sitio, pero… esos otros especímenes que se hacen los dormidos y los locos merecen un CASTIGO MUY DURO, pero no os preocupéis, el karma siempre se encarga de que al salir de la boca de metro pisen una caca de perro MUY GRANDE Y OLOROSA. Si te ha pasado alguna vez, ya sabes que una embarazada, niño o abuelito tuvo que viajar de pie mientras tú tenías el culo pegado en el asiento.

7. Darle al botón de apertura de puertas antes de que el tren se haya detenido

¿EN SERIO? ¿Es necesaria tanta prisa y falta de paciencia colectiva? No se va a abrir hasta que el tren se detenga por completo, así que puedes soltar tu manita ‘meteprisa’ y esperar unos minutos. Ni que fueras Clark Kent llegando tarde a la redacción. Tómate tu tiempo, hazte un kit kat, RELÁJATE.

8. Fotografiar a la peña y subirla en redes

Facebook e Instagram tienen esa batalla absurda con los pezones y los desnudos pero están taaaaaaaan equivocados… lo realmente horrible es descubrirte en un Stories sacándote un moco alegremente mientras ibas de Sol a Legazpi y creedme que esto PUEDE ARRUINAR TU VIDA.

9. No sujetar la puerta al que viene detrás

¡Demasiado mal! Sé un buen ciudadano y empieza a currártelo ya, aunque las puertas pesen un huevo. Dice la leyenda que quien sujeta una puerta a otra persona salva a un gatito.

10. Que te sujeten la puerta y tú no continúes la cadena

Fataaaaaaaaaaal. Si no sujetar la puerta está mal, no sujetarla después de que te la hayan sujetado a ti ES IMPERDONABLE. Es peor no sujetarla cuando te la han sujetado que no sujertarla nunca. Parece un trabalenguas pero es en realidad una VERDAD MUY DOLOROSA.

 AVISO IMPORTANTE: Quien sigue este decálogo ve automáticamente aumentadas sus probabilidades de PILLAR EN PRÓXIMAS CITAS.   me inscribo
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