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El amor y las lavadoras

¿Os habéis parado a pensar alguna vez que una lavadora centrifuga a 1200 revoluciones por minuto y que mientras estamos enamorados, nuestro corazón late exactamente a la misma velocidad?

¿Creéis que es una simple coincidencia? ¡Es evidente que no! Aquí os presento mi humilde teoría.

Jacob Christian Schäffer decidió inventar la lavadora porque un día una moza muy fresca de su pueblo que le gustaba mucho y que enseñaba generosamente sus preciosas pantorrillas y turgente escote, le dijo mientras lavaba trapos en el río:

“Oh, estimado Jacob Christian Schäffer, le juro que si usted descubriera una manera para que yo pudiera dejar de pasarme el 80% de mi fucking life frotando trapos aquí en el río, oh, le juro que sabría recompensarle como merece”.

Al oír esto, Jacob Christian puso inmediatamente manos a la obra, intentando hallar un sistema que funcionara y, obviamente, no lo hizo en favor de la ingeniería, la tecnología, el saber sino en favor del AMOR (o la lujuria).

Todo apunta a que cuando por fin produjo su primera lavadora, dieron comienzo a una linda relación amorosa y que se inspiró en sus vivencias juntos, para crear así el prototipo definitivo. Demos un repaso a los programas de cualquier lavadora actual y veamos los orígenes ocultos de cada uno de ellos:

- Fase agua: El día de su tercera cita, él llego tarde. Ella lloró largo y tendido porque pensó que se lo había comido un jabalí por el camino. A él le pareció tan enternecedor que creó esa “fase agua” previa a un dulce lavado a pre-lavado.

- Pre-lavado: Basado en los preliminares sexuales en la hierva, mientras retozan. Es un petting a la antigua.

- Lavado: Aquí se refiere a cuando la gentil pareja yacía plenamente. Es el movimiento sexy total, el protagonista de nuestras vidas y de, por supuesto, las lavadoras.

- Aclarado: Con esto está claro que el bueno de Jacob se inspiró en la típica limpieza de sable o en un cunnilingus, esto es, en el sexo oral en todas sus versiones.

- Centrifugado: ¡Este es el favorito! En la vida real nos indica que por fin hemos acabado… y que podemos tender nuestra ropa limpia. Para Jacob está bien claro qué era. A buen entendedor, pocas palabras bastan.

- Intensivo: Esto es cuando Jacob y su moza empezaban a verse… Durante los primeros meses se hacían intensivos todos los días, uno detrás de otro. Es el programa favorito de las madres, por cierto. ¿Por qué será?

- Delicado: Jacob tenía sus días ñoños y sensiblones, como todo hijo de vecino. Cuando tocaba un día de estos, ambos disfrutaban mucho, tanto como disfrutamos todos hoy en día cuando lavamos nuestro jersey de cachemir favorito o nuestra mantita de lana de alpaca con el programa delicado, con total confianza y “a fuego lento”.

¿Habéis flipado? #UNAHISTORIAVERDADERA

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