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¿Crees que eres inteligente emocionalmente?

¿Nunca os habéis parado a pensar en la influencia de los sentimientos a la hora de tomar una decisión? Nuestros actos y comportamientos se basan en nuestras emociones, y si no las comprendemos estamos más perdidos que la nueva alumna de un instituto estadounidense en una serie de Netflix. La vida es subjetiva, no todo es bueno o malo, blanco o negro, existe una gran escala de grises que podemos combinar con todo, incluso con tu pintalabios favorito. Ser inteligente emocionalmente es fundamental para lograr el éxito tanto individual como con la gente que nos rodea, es sinónimo de madurez y nos facilita alcanzar la felicidad.

¿Quieres saber si eres inteligente emocionalmente? ¡Empieza la introspección!

Racional, creativa, social, contextual… Existen tantos tipos de inteligencia como de cualidades que podemos desarrollar; cada persona es un mundo con esencias y matices únicos. Según Daniel Goleman, padre de la inteligencia emocional, esta es “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones”. Lo cierto es que con los años se ha probado que podemos ser capaces de reconocer, analizar y clasificar sentimientos y emociones con el objetivo de dirigir nuestros propios actos y pensamientos. Vamos, como cuando un día se te va la pinza y te pones a ordenar el armario tirando todo lo que ya no usas y organizando por tamaño, color y estación del año el resto de tu ropa.

¿Te conoces a ti mismo?

Eres lo que piensas, así que te vendría bien comprender las emociones que revolotean por tu cabeza. Eso sí, cuidado no te quedes más pa'allá que pa’acá, la autorreflexión es para encontrarte a ti mismo, no para perderte en el limbo. Debes tomártela con calma, paciencia y mucho helado (de chocolate). Intenta no desviarte del camino, la inteligencia emocional te servirá de brújula; digamos que funciona como el GPS del móvil, siempre está ahí para guiarnos cuando más desorientados estamos.

¿Vives atrapado en Regreso al Futuro?

El pasado nunca vuelve, cuanto antes lo asumas, mejor; es como cuando dejas escapar una ganga increíble durante las rebajas. Nada ni nadie vuelve a ser igual. Una persona inteligente emocionalmente no mira hacia atrás, ahí no se le ha perdido nada.

¿Cuánto vocabulario emocional conoces?

Somos seres con emociones capaces de pensar y razonar. No sirve con “sí" o “no”, la comunicación emocional es una necesidad. Igual que conocemos las tropecientasmil variedades de los colores - azul cielo, rojo burdeos, rosa chicle…-, debemos hacer un esfuerzo - verde pistacho, amarillo limón, naranja zanahoria… - para identificar lo que sentimos y expresarlo con palabras.

Oír es distinto que escuchar

Ser o no inteligente emocionalmente limita nuestra capacidad para disfrutar de las relaciones con nuestra familia, amigos y sobretodo pareja. Es esencial reconocer e interpretar emociones y sentimientos de los demás para construir una relación sana. Es de locos necesitar el apoyo de una amiga y que lo único que se le ocurra sea darte una palmadita en el hombro.

Si eres inteligente emocionalmente, ¡enhorabuena! Si no, no desesperes, la inteligencia emocional puede aprenderse y potenciarse. Prueba a decir tus pensamientos en voz alta tomando un café con alguien, siempre ayuda a hilar las ideas revueltas en tu cabeza. Intenta pensar en positivo, busca el lado bueno de las cosas y si no lo ves ¡invéntalo!

Alicia Vecino López

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