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Cómo hacerlo en verano sin derretirse en el intento

Dice cierta diva italiana que para hacer bien el amor hay que venir al sur. ¿En serio, Raffaela? ¿En pleno agosto a 32 grados a la sombra? Para tomarnos este consejo en serio va a hacer falta algo más que voluntad y un par de botellitas de agua. ¡Y es que cada año pasa lo mismo! Llega el verano y con él la revolución de hormonas que llevan calentando banda desde los últimos meses de primavera. No cabe duda de que el deseo lo llevamos encima, pero a la hora de realizar el acto, todo son interrupciones: que si hacer una paradita para hidratarse un poco, que si toca regular las aspas del ventilador, que si cierra la ventana porque nos van a ver los vecinos… Distracciones que nos sacan de contexto y que interrumpen un momento especial que habíamos imaginado de otro modo. 

Hacer el amor en verano es maravilloso, pero es también una buena liada, y lo que necesitamos son alternativas fresquitas para que derretirse en pleno acting siga siendo una cuestión de placer y no de temperatura. Si a ti también te preocupa sudar la gota gorda en tu próxima cita, toma nota de 5 consejos básicos para que tener relaciones en verano sea pura diversión y cero agobio.

5 ideas para tener relaciones sin morir de calor

Abre la nevera y… ¡a jugar!

Si el fresquito no viene a vosotros, id vosotros al fresquito (sí, tal cual). Introduce un elemento refrescante en la ecuación y juega con las zonas erógenas del cuerpo para darle más intensidad al asunto. Se vale un cubito de hielo que recorra todo el cuerpo, comerse un helado entre dos, degustar fruta fresca sobre tu pareja… ¡Ñam ñam! Basta con pararnos a pensar 5 minutos y se nos ocurren mil ideas.

Bon appétit!

Reconcíliate con la ducha

Un clásico que muchos evitan a lo largo del año porque, reconozcámoslo, incómoda lo es un rato. Eso sí, cuando aprieta el calor, nada más rico que un beso bien dado en la intimidad de la cortina de baño. Un metro cuadrado de placer que se convierte en fuente inagotable de fantasía. Si bien no te quitamos razón en aquello de que la penetración es algo complicada en este espacio, no deja de ser un lugar ideal para iniciar las relaciones y darle un toque de frescor y emoción al momento. Como siempre, la idea es introducir el elemento refrescarse de forma natural para que se convierta en un aliado que sume en el juego sexual en lugar de cortaros el rollo. Probad con la intensidad del agua, las caricias, los besos suaves bajo el grifo… En fin, excitación pura.

Posturas cómodas

Que no quiere decir aburridas y clásicas, sino efectivas. Se trata de ser creativos y de conseguir que con posiciones sencillas se pueda sentir lo máximo con el mínimo esfuerzo. Recuerda: más movimiento no siempre equivale a mayor placer, así que el calor puede ser la excusa perfecta para focalizarnos en la gustera que dan los estímulos más sutiles.

Las posturas que impliquen mucho contacto piel con piel serán las más calurosas y, por ello, las que trataremos de evitar. Toca aprovechar el juego visual de las posturas más distanciadas y de contacto delicado pero intenso, además de tirar de masajes eróticos, juegos con la lengua, oscilaciones vibratorias… En fin, mil y una ideas para sudar bien poquito mientras os ponéis a cien.

Amor por los juguetes

Todo son ventajas: ocupan poco, son ligeros, te hacen la mitad del trabajo y elevan a la potencia la intensidad del momento. Lo dicho: reducir esfuerzos sin reducir sensaciones. Desempolva tu juguete favorito y llévalo a la próxima cita con tu ligue. Haced las prestaciones oficiales y… ¡al lío! En temas de amor, tres no siempre son multitud.

Nivel dios: piscina privada

Si es tu caso, has triunfado, pero eso ya lo sabes porque lo has probado, ¡y te odiamos por ello! Si de lo contrario no es tu caso pero acabas de dar con alguien que sí dispone de una, no te lo pienses más y lánzate, literalmente, a la piscina. Precaución con los hongos y los niveles de cloro (no todo es de color de rosa, chati) y a disfrutar del escenario premium del coito estival. Si no, siempre nos quedarán esos amores de verano que se entregan furtivamente bajo la oscuridad de la noche y con el mar por testigo...

Disfrutar de los placeres del amor en pleno agosto y no deshacerse en el intento ES POSIBLE. Olvídate de las pausas para recuperar el aliento y entrégate a tu amorcito de la forma más cómoda y fresquita, que el calor ya lo ponéis vosotros.

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