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¿Cómo evitar que te hagan catfish?

¿Alguna vez te has encontrado con un perfil en una app para ligar que parece demasiado bueno para ser verdad? ¿Demasiado sexi? ¿Demasiado interesante? Aunque la mayoría de la gente se inscriba a estas apps con el fin de conocer gente nueva, hay personitas que se aburren demasié y se dedican a engañar. A esto se le llama “catfish”.

A estas alturas del partido, con tanta app, tantas primeras citas y tantísimos perfiles y fotos, estamos curados de espanto. Encontramos cada día fotos de peña con mascotas monísimas, peña buceando en Tailandia (sí, todo el mundo ha ido a Tailandia menos tú) y peña en acantilados con los brazos abiertos en plan “venid a mí”. Todo pa’ robarte el coraçao. Pero, atentos. Existe algo peor que todo este postureo innecesario. ¿Sabes por dónde voy?

Pero vamos a ver: ¿qué es el catfish?

La palabra catfish no tiene traducción literal al castellano. Este anglicismo define el acto de usurpar una personalidad o fotos de otras personas en redes sociales o apps de ligoteo. El nombre viene de un documental que narra una historia de (des)amor a través de Facebook.

A pesar de que AdoptaUnTío cuenta con un equipo humano de moderación de perfiles, nos gusta que los usuarios aprendan a ver más allá de lo que una selfie o una frase revelan. Por eso aquí te dejamos algunos consejos básicos para que no te la cuelen:

Sé muy observador

Todo comienza con las primeras fotos, pero no te dejes llevar solo por la imagen. Sobre todo si las que comparte son de sesiones que parecen demasiado profesionales, que no se le vea bien o que no muestren otras facetas de su vida. Revisa su perfil completo y fíjate en los detalles que revele en su descripción. Otra táctica: si su foto te resulta familiar, utiliza el buscador de imágenes de Google, que las compara en millones de sitios. Así, sin duda, si está usando una foto falsa lo sabrás.

Stalkear aclara muchas cosas

Tranqui, no es creepy. Sal un segundo de la app y busca su nombre en Facebook o Instagram. Te pueden dar una primera idea de su actividad y de si su perfil es real. También pueden aportar detalles de su vida (quizás haya uno importante que se le ha pasado incluir en su perfil, como quizás... ¡su actual pareja!). Y si ya quieres ir más allá, puedes echarle un vistazo a su perfil de LinkedIn.

No te cortes y pregunta

A ver, no te estamos proponiendo que le hagas un interrogatorio, porque así vas a espantar a todos tus posibles crushes. No te interesa saber si es más de utilizar esponja o de lavarse con la mano (todavía). Pregunta lo típico: dónde vive, qué edad tiene, qué estudia, en qué trabaja… Todos estos datos pueden ayudarte a saber si su historia cuadra o no con lo que ya sabes a través de sus fotos y descripción.

¿Nunca puede quedar? Piensa mal y acertarás

Es normal que cuando empecéis a conoceros, acordéis si os gustaría o no llevarlo fuera de una app. OJO: es válido que solo busquéis una amiga o amigo con quien tener una conversación. Pero igual que hay personas que tardan más en decir “hola qué tal” que en preguntarte qué haces esta noche, en el típico catfish es todo lo contrario. Si cualquier interacción en otras redes, llamadas o encuentros están completamente descartadas, lo mejor es preguntarle directamente el motivo. Aquí huele a catfish que lo flipas.

Analiza si coge confianza demasiado rápido

Si a las pocas horas de los primeros mensajes, ya está segurx de que “eres el amor de su vida”, no necesariamente quiere decir que tenga malas intenciones. Pero un acuerdo común sobre la seguridad en línea (para ambos) es tener cuidado con la información que compartimos con extraños. Si él o ella se presta a dar demasiados detalles, quizás está más interesado en que conozcas “su personaje” que a la persona real. Si tu ciberamigx se esfuerza mucho en darte demasiada información de primeras, ¡alerta catfish!

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